Las figuras muestran la estructura por edad y sexo de la población española en 1900 y en 2001.
Obsérvelas y conteste:
a) Compare la población de 0-14 años en ambas figuras ¿qué diferencias básicas existen?, ¿qué está ocurriendo en la figura de 2001?, ¿qué consecuencias sociales tiene? (Hasta 1 punto).
b) Compare la población de 65 y más años en ambas figuras ¿qué diferencias básicas existen?, ¿qué está ocurriendo en la figura de 2001?, ¿qué consecuencias sociales tiene. (Hasta 1punto).
c) ¿A qué modelo de estructura demográfica corresponde cada una de estas figuras? Razone la respuesta explicando brevemente las causas que dan lugar a ambos modelos, al comienzo y al final del siglo XX.
a) La diferencia es notable entre ambas pirámides. La de 1900 tiene una base muy amplia, donde los grupos de 0-14 años suponen por sí solos casi una tercera parte de la población. Esto es propio de las sociedades muy jóvenes que apenas han iniciado la transición demográfica y donde las tasas de fecundidad y natalidad son muy elevadas. En cambio, la pirámide de 2001 muestra una base muy reducida, con un claro escalonamiento inverso que afecta a los primeros cinco grupos de edad. Ello muestra que la tasa de natalidad se redujo considerablemente desde mediados de los 70 (crisis del petróleo y transición democrática en España).
Cambios sociales como el retraso en la edad del matrimonio, generalización de los métodos de planificación familiar, la progresiva elevación del coste del mantenimiento de los hijo, la incorporación plena de la mujer al mundo laboral, cambios en las costumbres y creencias…, son causas que explican lo que ocurre en la pirámide de 2001.
La caída de la natalidad hace que apenas se alcance el relevo generacional (2,1 hijos por mujer). Ello supone la caída del crecimiento natural, el futuro descenso de la población activa, el progresivo envejecimiento de la población con el consecuente aumento del índice de dependencia, problemas de sostenimiento del sistema de pensiones, cambios en las necesidades de equipamientos sociales (se reducen los docentes y se incrementan los sanitarios o asistenciales dedicados a la población anciana)…
b) Las diferencias en la población mayor de 65 años son considerables: en la pirámide de 1900 la población anciana es muy escasa (apenas supera 1% del total de la población) ya que la esperanza de vida es muy baja; sin embargo, en la pirámide de 2001 los efectivos de población son muy elevados y las barras anchas (superando el 2% de la población) indican que la esperanza de vida ha mejorado considerablemente por los avances en alimentación, condiciones higiénico-sanitarias y asistencia médica y social. Las consecuencias sociales son claras: el aumento de la población anciana requiere un incremento de los recursos sanitarios y hospitalarios, una mejora de los servicios sociales y un aumento del coste de las pensiones. En momentos de crisis económica como el actual ello supone un grave deterioro del estado del bienestar.
c) La pirámide de población de 1900 corresponde a una estructura demográfica joven, con altas tasas de natalidad y una esperanza de vida todavía bajas como consecuencia de las altas tasas de mortalidad (predomina una mortalidad catastrófica, crisis de subsistencia, hambrunas, epidemias, guerras...) por ello las barras que representan los grupos de edad de 0 a 14 años, en la base son muy anchas, mientras que las barras que representan los grupos de más de 65 años se estrechan considerablemente.
La pirámide de 2001 corresponde a una estructura demográfica de predominio de población adulta y con claros síntomas de envejecimiento, Las barras más anchas corresponden a los grupos de 25 a 39 años, fruto de las altas tasas de natalidad de los años 60, pero también a la reciente inmigración. La base estrecha tiene que ver con el cambio en el comportamiento de la natalidad y la mortalidad (por las razones antes comentadas en cada caso) a partir de los 80.
Se trata, en definitiva, de una forma de urna, característica de países desarrollados que ya han culminado su proceso de transición demográfica, con una baja natalidad y una alta esperanza de vida. Este modelo de pirámide indica población envejecida (menos del 25% de jóvenes y más del 12% de ancianos).